Pedro Shimose reivindica la poesía del Oriente boliviano



Poetas del Oriente Boliviano es una renovada lectura de la producción poética de autores de la región y quizás el trabajo más serio que se haya realizado hasta ahora con ese fin, pero también es un acto de justicia porque recupera no solo a muchos autores casi desconocidos de la literatura boliviana ‘oficial’, sino también sacude a muchos otros de las tipificaciones en las que se los había colocado. Es por eso que la labor que realizó Pedro Shimose en esta antología cobra mayor importancia. Acerca del trabajo de selección y los criterios que utilizó en esta obra conversó con Brújula el escritor riberalteño.

- Cuál fue el criterio de selección para la antología?

-El criterio de selección fue la vanguardia algo parecido a lo que hizo Octavio Paz en Poesía en movimiento. El cambio formal, el cambio estético que significa la obra de escritores como Raúl Otero Reiche, Luciano Durán Böger y todos los de su generación. Algunos hicieron el cambio sin pretenderlo y a veces oponiéndose al cambio. Es curioso, pero se dio esa paradoja en el poeta beniano Horacio Rivero Égüez, que era contrario frontalmente a la vanguardia y sin embargo tiene un poema que abrió las puertas al vanguardismo. Con unas connotaciones muy importantes para el nuevo lenguaje poético en Bolivia él, sin saberlo, estaba haciendo poesía a la manera de los cubanos Emilio Ballagas y Nicolás Guillén. Era poesía indigenista muy importante. La poesía de Rivero Egüez se sitúa entre las décadas de los años 30 y los 40.

- En muchos estudios y antologías de literatura boliviana cuando se aborda la poesía del oriente boliviano se la asocia a la poesía costumbrista o regionalista. ¿Tienen razón esas apreciaciones o es solo un estigma?

-Esta antología es una especie de reivindicación de la poesía del oriente, porque en el occidente del país se sigue creyendo que la poesía de esta región es solo costumbrista, muy superficial, periférica, epidérmica y no es así, porque hay una gran poesía en el oriente y lo que yo hago es demostrarlo, no solo decirlo.

Es bueno aclarar eso, porque hay una gran injusticia con escritores como Raúl Otero Reiche al que se lo ha encasillado como poeta de la Guerra del Chaco o de ‘la selva’ y no se lo saca de ahí, cuando en realidad es un gran poeta más allá de esas tipificaciones y yo lo demuestro en la antología. Es un poeta vanguardista impresionante.

-¿Qué aspectos le sorprendieron de él?

-Por ejemplo, una vertiente expresionista en su poesía. No sé cómo ese detalle se ha podido escapar a algunos críticos, porque en su libro sobre la Guerra del Chaco hay poemas expresionistas de la calidad y la altura del poeta alemán (Georg) Trakl y me impresionó, porque él los escribió a fines de los años 30 y ya, en esa época, tiene la grandeza de abordar temas que son universales. El fue un hombre muy leído, muy culto . No improvisó nada Sabía lo que hacía. Era un poeta de oficio. Precisamente la antología se abre con Raúl Otero Reiche.

-¿Qué orden ha seguido?

-Naturalmente un orden cronológico, pero desechando todo lo que fuera tradicional. Pero hay una excepción que es Pedro Rivero Mercado. Lo incluí porque él representa toda la poesía popular, tradicional y genuina. Él se expresa en coplas y es un buen poeta popular. Yo lo incluyo en la antología como representante de esa vertiente popular, pero es el único. Porque a Germán Coimbra Sanz siempre se lo ha tenido por un poeta coplero, costumbrista, humorista y de pueblo, pero muestro otra imagen de él. Uno de sus últimos trabajos es un gran libro de poesía indigenista, pero no se queda allí y va más allá, porque se basa en la antropología de los indígenas del oriente para construir unas leyendas poéticas hermosísimas, porque en el fondo está el amor, el deseo, la voluptuosidad, la sensualidad del hombre a través de la belleza y del cuerpo de la mujer. Coimbra era un poeta erótico y festivo de una gran vitalidad.

-¿Tomó en cuenta a grupos o movimientos para seleccionar a los poetas?

-No, yo concibo la poesía como una experiencia personal. Los movimientos existen, las modas, las escuelas y corrientes, pero luego solo sobresalen los mejores. Aquellas voces únicas, las que se distinguen y se convierten en excepcionales. Es el caso de Coimbra, Otero Reiche y Luis Assad Simon. Cabe indicar que en los poetas del oriente fue muy importante la lectura del surrealismo español, sobre todo de García Lorca. Después viene la influencia de Neruda. Por ejemplo, Enrique Kempff Mercado fue el primer poeta boliviano que escribió un canto a Latinoamérica influenciado por el Canto General de Neruda, pero él después renunció a la poesía y se dedicó a la prosa, a la narrativa, pero he seleccionado seis poemas en la antología que muestran su calidad que fue un gran sonetista.

-Hay algún poeta que lo haya sorprendido y que no sea conocido?

-Hay varios. Uno de ellos es el beniano Edwin Salas Russo, que ya murió y que fue perseguido por las dictaduras militares, porque era de izquierda. Él se exilió en Suecia y fue un hombre de muchos méritos. Murió muy joven de cáncer. Creo que él será una buena sorpresa en esta antología. Otro es Ramón Campos Tibi, un gran poeta indigenista y religioso. Es pandino y vive en Cobija. También vale destacar a otro beniano como Nicomedes Suárez que ha vivido mucho tiempo en Estados Unidos y Europa y tiene un libro formidable de poemas sobre frutas. Entre los más jóvenes está Benjamín Chávez, que vive en Oruro, pero es cruceño y es un poeta notable.

-¿Qué espacio tienen las mujeres en la antología?

-Reivindico a las mujeres. Por lo general, una sociedad tradicional como la cruceña las aisló y aquí hubo poetisas interesantes. Quizás porque no tuvieron alicientes y ayuda de parte de los hombres dejaron de escribir o escribieron poquísimo. El caso de Pepita Peralta Soruco es un caso peculiar. Ella no fue una gran poeta, pero hizo mucho por la poesía, ya que era una gran declamadora y difusora de poesía. La gente se reía de ella, porque la tenían por loca, pero yo siempre la defendía. Uno de los defectos de las sociedades tradicionalistas es que son muy machistas y repelen al artista, porque lo ven como una cosa anormal.

-¿Qué tiempo le llevó realizar la selección de autores?

-Me llevó dos años, pero a muchos yo los venía leyendo desde hace 50 años. Perfilar la antología, estudiarla, reflexionar sobre eso, variar, cambiar , leer ha sido un trabajo duro, porque de los escritores del oriente no hay ediciones buenas de sus obras. Publican como pueden y donde pueden. Es difícil encontrar sus libros.

-¿Ha tenido que cerner mucho?

- Claro, incluso del mismo Otero Reiche, que tiene libros que para mi gusto y criterio no van a sobrevivir. Es que ha hecho de todo, incluso incursionó en el realismo fantástico. Tiene un soneto que es realismo fantástico. De gran imaginación, donde juega entre el misterio, la realidad y la ficción. Es un poema en el que el poeta está contemplando un cuadro y de pronto está dentro del cuadro y luego el cuadro desaparece… Es una maravilla.

-A parte de la geografía, ¿qué une a estos poetas?

-La buena poesía. Es que al final no prevalecen los libros, ni los grupos solo los poemas. No importa si escribieron por un periodo corto. Mi antología no es de la obra completa de cada escritor, sino de poemas, porque al final de cuenta es lo que prevalece. Nadie se aprende un libro de poemas, pero sí los versos. Es el caso de Neruda. Probablemente mucha gente no habrá leído Residencia en la tierra y sin embargo se sabe “Puedo escribir los versos más tristes esta noche” o “Me gustas cuando callas, porque estás como ausente…” esos versos son inmortales.

-Usted menciona en el prólogo la necesidad de publicar otra antología en la que se incluya a poetas que sin haber nacido en el oriente viven o vivieron en la región o que han desarrollado parte de su obra. ¿Ha pensado en realizar ese trabajo?

-Yo no la voy hacer, pero debería hacerse, porque aquí residen poetas importantes. Es el caso de Ricardo Serrano, Emilio Martínez o Lucho Andrade. Por ejemplo a Lucho Andrade la crítica no lo ha sabido valorar, pero es un poeta importante.

Otra forma de concebir el lenguaje

Esta es una antología de poetas bolivianos nacidos en Pando, Beni y Santa Cruz. Ellos renovaron la poesía del oriente boliviano, incorporándola a la contemporaneidad, más allá de un romanticismo tardío, de un modernismo agotado y de un costumbrismo que la caracterizó y definió hasta no hace mucho. De este modo, Poetas del oriente boliviano pretende ser otra lectura de la poesía escrita por los poetas cambas de ayer y de hoy, representantes de una nueva sensibilidad, de un nuevo modo de concebir el lenguaje y de un nuevo tratamiento de los temas de la poesía lírica de siempre - el amor, la soledad, la muerte - y de los temas de la epopeya americana – el redescubrimiento de la naturaleza, la conquista de territorios ignotos, las patrias nuevas, la libertad, la justicia, las luchas sociales, las culturas nativas, el habla regional – propios de una sociedad que lucha por sobrevivir y progresar en un mundo agitado por crisis de identidad y movimientos de cambio social.

Desde la Guerra del Chaco (1932-1935) hasta el proceso de restauración democrática (1982-2004), pasando por la experiencia populista del MNR (1952-1964) y el ciclo de los regímenes militaristas (1964-1982), los poetas cambas no han sido ajenos a los sucesos políticos y culturales que transformaron el mundo, y a la aparición de las nuevas tecnologías audiovisuales e informáticas que han alterado nuestra convivencia y han modificado nuestro comportamiento, nuestro lenguaje y nuestra forma de interpretar las relaciones humanas.
(Fragmento del prólogo de Pedro Shimose a Poetas del oriente boliviano )

Sus frases

«En el occidente del país se sigue creyendo que la poesía del oriente es solo costumbrista, superficial, periférica y epidérmica»

«Hay una gran injusticia con Raúl Otero Reiche, se lo ha encasillado como poeta de la Guerra del Chaco y de la selva»

«Realizar esta antología de poetas orientales me llevó dos años, pero a muchos o los venía leyendo desde hace 50 años»

Para que sepa

- El libro incluye no solo una selección de poemas, sino datos biográficos y datos adicionales realizados por el antologador para cada uno de ellos. Shimose reunió a poetas de Beni, Santa Cruz y uno de Pando
Los poetas Rosario Aquim Chávez, Alejandra Barbery, Oscar Barbery Suárez, Mauro Bertero Gutiérrez, Ramón Campos Tibi, Gustavo Cárdenas, Homero Carvalho Oliva, Ruber Carvalho Urey, Benjamín Chávez, Germán Coimbra Sanz, Luciano Durán Böger, Reymi Ferreira, Ambrosio García Rivera, HernandoGarcía Vespa, Óscar Gutiérrez, Mario Alberto Herrera, Enrique Kempff Mercado, Mary Monje Landívar, Mario Ojara Ágreda, Raúl Otero Reiche, Blanca Elena Paz, Carlos Walter Paz, Claudia Peña Claros, Félix Pinto Saucedo, Horacio Rivero Egüez, Pedro Rivero Mercado, Alfredo Rodríguez, Antonio Rojas, Edwin Salas Russo, Elías Serrano Pantoja, Pedro Shimose, Luis Assad Simon, Nicomedes Suárez Araúz, Julio de la Vega, Eugenio Verde-Ramo Olmos y Emma Villazón.

Fuente:  El Deber


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