viernes, abril 25, 2008

TRÁNSITO


Rufino Tamayo.


El cuerpo no es
una cajita de tesoros y de angustia.


EXIT
El nombre de una puerta.
El año que nos pesa.
Un amor,
algo sagrado
en mí.
Si tuviera color
el silencio,
ese,
oculto,
Negro,
Hueco.
Un abismo.
El desconcierto.

Silencio la noche.
Silencio de gatos.
Silencioso mar.
Silencio!
las veces que lloré
y nadie vio.
Silencio!
la aventurita del papel en blanco:
una imagen en el espejo.

Silencio?
lo que nunca fue.
Los corazones vacíos.
Los ojos de un perro.
Ausentes.
Fríos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Iniciado:

Me gusta esta poesía. Cuando la leo me transporta a los aereopuertos en los que he estado.

Anónimo dijo...

Densidad:
Al filo de la palabra, el silencio.

tus poemas me son reconocer el momento, en el que mi mente busca encontrar mi lengua. El movimiento, la dirección, la intención de cualquier palabra que se tiene perder al fijarse palabra. Un estado preparto, en las oscuridades de algún subconsciente cotidiano. Y tu, lo plasmas en palabras. Una contradicción en si, y justamente por eso posible - para ti, escribirla, para mi, solo como lector. Quizá igual sea el único camino para acceder: venir por afuera, por otra mente. Gracias por desvelarme un rayo de lucidez, gracias Alejandra.